Ingredientes:
- 250 g harina de trigo
- ½ sobre levadura (royal)
- ½ cucharadita de sal
- 50 gr mantequilla (a temperatura
ambiente)
- 1 cucharada de orégano seco
- 50 gr queso rallado tipo gruyere
- Un trozo de queso cheddar (150 g
aprox.)
- 150 ml leche entera
- 1 yema de huevo
- Queso rallado para decorar
Preparación:
Para empezar, ponemos a
precalentar el horno a 220ºC. En un bol ponemos la harina
(tamizada), la sal y la mantequilla a temperatura ambiente, y con las
yemas de los dedos trabajamos la mezcla hasta que parezca sémola.
Cortamos el trozo de queso cheddar en taquitos pequeños, lo
introducimos a la mezcla junto al queso rallado y el orégano y
removemos suavemente para que se mezclen todos los ingredientes. Una
vez todo bien mezclado añadimos la leche y con la ayuda de una
espátula removemos con suavidad. Cuando la leche este completamente
integrada, volcamos la mezcla sobre una superficie de trabajo
espolvoreada con harina. Trabajamos suavemente la masa para que nos
quede ligera. Estiramos la masa con la ayuda de un rodillo dejando un
centímetro y medio de espesor más o menos y procedemos a cortarla
en porciones individuales. En este caso yo utilicé un cortador
redondo con los bordes acanalados de unos 6 cm de diámetro. Pasamos
los panecillos a una bandeja de horno previamente engrasada o con un
papel vegetal en la base. Batimos bien la clara junto con una
cucharadita de agua, pintamos todos los panecillos y ponemos por
encima un poco de queso rallado. Horneamos durante unos 10 minutos
aproximadamente, o hasta que suban y se doren.
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